
Visión general
Previamente en el segundo capítulo Don Viajón compartió con sus lectores sus crónicas viajeras durante la primera quincena de abril del 2020 recorriendo hermosas rutas por lugares fascinantes e interesantes en el estado federado de Baden-Württemberg en el suroccidente de Alemania.
En esta ocasión Don Viajón desea relatar sus pequeñas experiencias de viajes realizados en Baden-Württemberg durante la segunda quincena del mes de abril. ¡Bienvenidos a las crónicas de Don Viajón 2020!
Me acuerdo como si fuera ayer, la Semana Santa del 2020 paso sin pena ni gloria. Todo cerrado y sin ningún acto religioso en el que se pudiese participar. Llegó la semana de Pascua y todo lo que escuchábamos en los desinformativos nacionales e internacionales era el inicio de las olimpiadas mundiales del COVID-19 donde con las mal contadas cifras que reportaba los gobiernos, se iban posicionando los países en el ranking de contagios y muertes.

Día y noche lo mismo de lo mismo hasta que a finales de abril aparecen las múltiples teorías conspirativas del origen y contagio del Coronavirus: que fueron los chinos con su poca provocativa sopa de murciélago, que fueron los gringos mandados por el que ya no está con sus agentes fantasmas para joder la económica china, que los Ilumina ti con sus ganas de seguir gobernando y cambiar el orden mundial, que los rusos para cagarse en todo y en todos, que se estaban cumpliendo las profecías del Apocalipsis o de Nostradamus o del calendario Maya, que según los místicos y fanáticos religiosos es un castigo divino por vivir sibaritamente y sin compromisos con Dios ni la Ley, que el G8 para controlar el crecimiento de la población mundial, en fin que se yo, fue un eterno bla, bla, bla, bla… porque seguro que ya habéis oído en el 2021 a la OMS decir que después de muchas semanas de investigaciones y encuentros en la ciudad de Wuhan, no tiene ni puta idea de cómo se originó el tan indeseado Coronavirus.

Pues con toda esta desinformación de los medios de comunicación, Don Viajón decide no prestar más atención a tanta especulación y aplicar como dicen en mi tierra “a buen entendedor, pocas palabras bastan” así que, aprovechando el buen tiempo de esta atípica primavera en tierras teutonas, me fui a conocer nuevos destinos en Baden-Württemberg, el soleado paraíso alemán.
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Rutas
Esta semana de Pascua fue bastante atípica para Don Viajón debido a las múltiples restricciones y limitaciones de movilidad impuestas por la pandemia del Coronavirus. Así que vuestra merced, como decía mi abuelo Higinio, “mijito, si la vida te da limones, hazte una limonada” y ante tanta sabiduría popular de mi abuelo, pues me la aplique. Aproveche esos días para desempolvar viejas recetas gastronómicas de las abuelas y comer en casa.
Un día de esos me prepare unos deliciosos orecchiette, las orejitas italianas, son pastas originarias de la Apulia hechas en casa con la salsa de los envueltos de carne que me llevó dos horas de cocción y queso parmesano por encima. Una delicia y los acompañe con un buen vino tinto, el Primitivo, también de la Apulia.
Después de tanta comilona se me apeteció un paseíllo y como dicen en la bella tierra del Quijote de la Mancha “amplia es Castilla, hijo” y nos fuimos en el Dante a recorrer 45 km por la autopista A8 hasta la frontera con el estado federado de Renania – Palatinado para hacer una caminata por el pantano de Altrhein-Kleiner-Bodensee cerca a la desembocadura del río Alb en el Rin.
El Altrhein-Kleiner-Bodensee que en nuestro idioma sería “el pequeño lago Constanza” que no se parece en nada al majestuoso lago de Constanza, es una pequeña reserva natural en las tierras bajas del Alto Rin al noroccidente de la ciudad barroca de Karlsruhe. Esta zona sirve como madre vieja durante la temporada de inundaciones del río Rin y es el biotopo de muchas especias endémicas como anfibios y aves en medio de espesos bosques.
Hay rutas para hacer ciclismo y senderismo. Don Viajón durante su recorrido encontró los senderos llenos de polen como si fuese una leve capa de nieve o de rocío y después de una hora de caminata que me ayudó bastante para la digestión, disfrutamos de un bello atardecer a orillas del lago.
La primavera estaba en todo su esplendor y Don Viajón no podía perder la oportunidad de ver los hermosos y extensos cultivos de canola, colza o raps que parecen un inmenso mar amarillo y que en estas tierras teutónicas se cultiva bastante, ya que Alemania es uno de los principales cultivadores y productores de este aceite para uso industrial y alimenticio.
Así que nuestro segundo recorrido fue de 180 km por las bellas tierras del Kraichgau, rodeado al norte por la cadena montañosa del Odenwald y hacia el sur por el denso bosque de la Selva Negra. Al occidente por la llanura del Alto Rin y al oriente por el valle del río Neckar y las medianas cimas del Stromberg, Heuchelberg y el Zabergäu.
Don Viajón hizo una pequeña parada a mitad del circuito en el pueblo de Kraichtal rodeado de hermosos y ondulantes cultivos de canola, para recoger un pedido gastronómico Suabo que había solicitado telefónicamente a un “Besenwirtschaft”, una modalidad de restaurantes familiares rurales o campesinos donde los granjeros pueden vender sus cosechas y elaborar recetas gastronómicas regionales para los viandantes y turistas.
En la región de Württemberg los podemos identificar por la escoba con listones de colores que colocan a la entrada del lugar y en la región de Baden se simbolizan con una corona de ramas de vid o de hiedra con coloridas cintas. Son lugares sencillos, decorados típicamente según la región, donde te sientas alrededor de mesas largas para comer en compañía de cualquier persona, pero con las restricciones por el COVID-19 estaba cerrado al público. Así que recogimos nuestro pedido y nos fuimos hacer un picnic a orillas del río Neckar.
A Don Viajón le gusta comer y beber en este tipo de restaurantes rurales “Besen” porque los alimentos y carnes que usan son de temporada, el vino, el pan y la cerveza son artesanales, los precios son económicos, la cantidad de comida es abundante. En esta ocasión degustamos la deliciosa y típica pasta de la Suabia, los Spätzle con salsa de queso y cebollín picado acompañados con chuletas de cerdo y vino tinto de la región de Baden.
Después de disfrutar tan deliciosa comida, Don Viajón decidió hacer un paseíllo por el centro histórico de la pequeña ciudad imperial de Neckargemünd ubicada a 127 msnm a orillas del río Neckar y con aproximadamente 13.500 habitantes.
Neckargemünd hace parte del distrito Rin-Neckar y del Parque natural del valle del Neckar y los montes del Odenwald. Sus tierras son bañadas por las aguas del río Elsenz que desemboca en el río Neckar. Fue fundada en el siglo X y en el XIII, el rey Enrique VII le concedió el titulo de ciudad imperial libre. Desde el siglo XIX la ciudad está conectada a la ruta del ferrocarril del valle del Neckar que une a la ciudad de Heidelberg con Heilbronn a través de un hermoso paisaje.
A la hora de la siesta las calles estaban más solas que la una, lo que nos permitió disfrutar a nuestras anchas, el recorrido. Al traspasar los arcos de la puerta Karlstor de la antigua muralla encontramos bellas y coloridas casas de entramado de madera y otras en estilo barroco. En su pequeña plaza del mercado está la iglesia parroquial evangélica de San Ulrich en estilo gótico tardío y el museo municipal.
Después Don Viajón se dirigió al pequeño pueblo de Dilsberg que está a tan sólo 4 km de la ciudad de Neckargemünd. Dilsberg fue fundado en el año 1150 sobre la cima de una colina a 288.6 msnm como una fortificación medieval para vigilancia del paso del valle del río Neckar al Kraichgau. Primero perteneció a los condes de Lauffen, luego a los condes de Darn o de Dilsberg como ellos se hacían llamar, y a partir del siglo XIII a los príncipes electores del Palatinado. En 1803 pasó a formar parte del Gran Ducado de Baden y desde principios del siglo XX se ha convertido en un destino turístico gracias a su festival medieval de verano y a sus eventos artísticos y culturales.
Al traspasar la puerta de la muralla es como adentrarse en un cuento de hadas. Sus callejuelas empedradas con casas de entramado de madera nos conducen a sus iglesias, la de San Bartolomé y la Santa Margarita y San Oswaldo, en estilo gótico con decoraciones interiores en estilo barroco custodias por las ruinas del castillo medieval con una gran torre octagonal de 19 mts. Al lado del castillo sobresale la casa del comandante por su estilo arquitectónico y las hermosas vistas del paisaje.
Posteriormente Don Viajón se dirigió a la ciudad barroca de Bruchsal ubicada en el valle del río Saal cerca al sistema montañoso del Kraichgau. Visitamos los jardines de su hermoso palacio barroco que desde 1720 fue la residencia veraniega de los príncipes-obispos de Espira donde se encuentra la más bella y grande escalera y cúpula barroca diseñada por el arquitecto Balthasar Neuman.
Después de enriquecernos con la arquitectura, cultura, gastronomía e historia del Kraichgau, nos regresamos por las autopistas A5 y A8 hacia Pforzheim, la ciudad de los tres ríos en el norte de la Selva Negra.
En una tarde cualquiera de finales de abril, Don Viajón aburrido con el encierro pandémico, decidió hacer un corto circuito de 55 km para caminar en medio de la naturaleza. Condujo a través de las carreteras estatales B10 y B293 hasta el pequeño pueblo de Dürrenbüchig en el distrito de Bretten en las fértiles tierras del Kraichgau.
Dürrenbüchig data del siglo XIV y está ubicado a 210 msnm con una población cercana a los 600 habitantes. Es un pueblito rodeado de verdes colinas y amarillos cultivos de colza o raps y conectada a la ruta ferroviaria que une las ciudades de Karlsruhe y Heilbronn.
Al llegar, dejamos a nuestro correcaminos Dante en la zona de parqueo de la estación del tren y seguimos la ruta marcada de senderismo por la calle principal que lleva a la iglesia parroquial luterana junto al cementerio municipal en la parte alta del pueblo.
Caminamos en medio de cultivos de trigo y de manzanos donde pudimos sentarnos un rato para deleitarnos con la belleza del paisaje del Kraichgau. Luego nos descolgamos por la colina hacia un mar amarillo que junto con el verde y el ocre formaban un hermoso cuadro impresionista que me hizo recordar la obra de Van Gogh, “el campo de trigo con cuervos” que pinto en el verano de 1890.
Don Viajón al llegar a los cultivos de canola se sintió como Ángel o Candy, la niña de las flores o como Heidi en los Alpes suizos o como una vaquita recién salida del establo después de su encierro invernal. Disfrute mucho estar en medio de las flores y ver como las abejas recolectaban el polen. Y por supuesto aprovechamos el buen clima que hacia para hacernos un “par” de fotos para inmortalizar el momento. Fue una tarde fantástica en medio de la naturaleza que nos ayudo a revitalizar el cuerpo con nuevas energías.
El último circuito de la segunda quincena de abril del 2020 que Don Viajón realizó fue de 172 km por la carretera estatal B294 desde la ciudad de Pforzheim, puerta norte de la Selva Negra, a través de las verdes colinas del Kraichgau hasta su primera parada en el Monasterio de Maulbronn, la bella fuente de la mula, una antigua abadía cisterciense considerada como el mejor conservado monasterio medieval al norte de los Alpes alemanes y declarado por la UNESCO en 1993, Patrimonio Universal de la Humanidad.
El monasterio de Maulbronn construido entre los siglos XII al XIV, con el estilo de transición del románico al gótico, rodeado por murallas y con un eficiente sistema de abastecimiento de agua y riego, fue durante siglos un importante centro espiritual, económico, político y social de la región. En 1556, fue secularizado como consecuencia de la reforma protestante y anexado al ducado de Württemberg, que posteriormente lo facilito a la iglesia luterana, para que estableciera ahí su seminario teológico.
Por las afueras del monasterio, podemos caminar sobre sus murallas y observar desde otra perspectiva sus bellas edificaciones y coloridas casas de entramado de madera. Luego seguimos por el camino del bosque hasta el pequeño lago, construido por los monjes para abastecer por medio de canales, el agua para el riego y el consumo de la población. También hay rutas de senderismo por las que podemos explorar los viñedos y la hermosa naturaleza circundante.
Posteriormente Don Viajón continuó con su circuito a través de la carretera estatal B293 que recorre el occidente del Kraichgau, pasando por Bretten, la ciudad de Melanchtohon, con bellas casas de entramado de madera y antiguas torres medievales. También, pasamos por Eppingen que está en la Ruta Alemana de Casas de Entramado de Madera “Deutsche-Fachwerkstrasse” en Baden-Württemberg, cuyo estilo arquitectónico de coloridas casas medievales dan un toque romántico y de cuento de hadas para deleite de los visitantes.
Eppingen es una pequeña ciudad ubicada a 199 msnm en la confluencia de los ríos Hilsbach y Elsenz afluente del río Neckar en el distrito de Heilbronn – Franconia con una población aproximada a los 22.000 habitantes. Se encuentra a 42 km de la ciudad de Pforzheim, la ciudad de oro y de los tres ríos y a 25 km de la ciudad de Heilbronn.
El principal atractivo turístico de Eppingen son sus hermosas casas medievales de entramado de madera que se encuentran repartidas por las calles y callejones del centro histórico. En su mayoría fueron construidas entre los siglos XV y XVII por gremios o familias nobles y se caracterizan por su ingeniosa construcción de entramado de madera, sus colores y sus bellas tallas y decorados en la madera. Entre el gran inventario de casas de entramado de madera sobresalen la casa Baumann por su hermosa decoración y la casa Alte Universität por su tamaño y altura. En la esquina de los callejones “Zunfthausgasse” y “Kettengasse” hay casas en tres estilos diferentes: alemanas, franconias y barrocas.
Don Viajón siguió su camino hacia la ciudad medieval de Bad Wimpfen, un antiguo balneario a orillas del río Neckar a 195 msnm en el distrito de Heilbronn y con una población aproximada de 7.300 habitantes.
Según nos cuenta la historia, la ciudad de Bad Wimpfen está documentada como asentamiento humano desde la Edad de Piedra por estar ubicada en el cruce de caminos entre los ríos Rin y Danubio. Desde el siglo V a.C. hasta el I d.C. estuvieron asentados en la región varias tribus celtas como la Helvética y la Sueva. A partir de ahí y hasta el siglo III d.C. el imperio Romano conquisto la región estableciendo fortificaciones cada 15 km como la frontera imperial de las Limes y que alrededor de las cuales se fueron formando pequeñas villas, entre las cuales sobresalió la Civitas Alisinensium, la bella Bad Wimpfen como una de las ciudades romanas más grande en Baden-Württemberg.
Después de la caída del imperio Romano hasta mediados del siglo V d.C. el valle del río Neckar fue dominado por las tribus germánicas hasta la llegada de los Francos que empezaron a cristianizar los alrededores. Ya en el siglo IX d.C. pasó a formar parte del obispado de Worms, el cual reconstruyo el monasterio de San Pedro y le dio señorío espiritual, cultural, económico y político durante más de tres siglos sobre las tierras del valle medio del Neckar, lo que actualmente comprendería desde el pueblo de Kirchheim am Neckar hasta la ciudad barroca de Heidelberg.
Don Viajón también se enteró que la ciudad de Bad Wimpfen fue desde el siglo XII d.C. una de las varias sedes rotativas de la corte del emperador Federico Barbarroja conocidas como Stauferpfalz, un castillo fortificado de 215 mts de largo con 88 mts de ancho que fue utilizado por varios emperadores durante los siglos venideros. En el siglo XIV bajo el imperio de los Habsburgo, Bad Wimpfen recibe el título de ciudad imperial permitiendo el florecimiento de los artesanos y la burguesía, los cuales se encargaron de construir hermosas casas de entramado de madera que representaban a los diferentes Gremios, como también la Torre Azul que con sus 58 mts de altura sirvió durante siglos como torre de vigilancia y que junto con las autoridades religiosas construyeron la iglesia parroquial de Santa María en estilo gótico tardío, el Calvario, el convento de los dominicos y el hospital que hasta nuestros días son verdaderas joyas arquitectónicas que deleitan a todo visitante.
A partir de 1868, la ciudad de Bad Wimpfen quedó conectada a la ruta ferroviaria que une a la ciudad barroca de Heildelberg con la ciudad vinícola de Heilbronn.
Don Viajón, ¡viajando con pasión! se deleitó al recorrer el centro histórico de Bad Wimpfen cuyos principales atractivos turísticos son: la Torre Azul, el interior de su iglesia parroquial y sus hermosas casas medievales de entramado de madera que relucen por sus colores y bellos decorados, la Casa de Piedra en el antiguo palacio imperial con su capilla, sus arcadas, murallas y torres. También en el valle a tan sólo 2 km está la abadía de San Pedro con su hermoso pórtico y su claustro.
Además, me gustó mucho la hermosa e interesante decoración de Pascua de la fuente del Águila y de los Leones con huevos de colores y flores que se acostumbra a realizar durante esta época en las principales fuentes de Baden-Württemberg.
Ya de regreso a casa, Don Viajón hizo una parada en el centro histórico de Neckarsulm ubicada a 162 mtsnm a orillas del río Neckar. Tiene una población aproximada de 27.000 habitantes y hace parte del distrito de Heilbronn.
Neckarsulm fue fundada en el año 771 como una donación a la Abadía de Lorsch con el nombre de Sulmgau debido al río que la recorrer y que va a desembocar en el Neckar. En el siglo XIV recibió el título de ciudad con la combinación de los nombres de los dos ríos que la surcan. Además, es famosa por su larga tradición vinícola de las variedades de uvas Lemberger y Trollinger.
Don Viajón durante su recorrido por el centro histórico de Neckarsulm pudo visitar lo único que estaba abierto, la iglesia parroquial católica de San Dionisio en estilo barroco del siglo XVIII y una torre de 49 mts de altura. Me gusto mucho su interior por su decoración barroca y su hermoso mármol rosado. También es interesante el edificio del Ayuntamiento, el castillo de la Orden Teutónica, el museo de la ciudad, el Audi Forum donde hay una gran colección de coches antiguos juntos con los últimos modelos de la marca y los restos de las murallas medievales con sus torres de observación.
Luego seguimos nuestro viaje de regreso a Pforzheim, la ciudad de oro, por las autopistas A81 y A8. Fue un día espectacular y el clima estuvo de maravilla permitiéndonos hacer unas buenas fotos para compartir que seguro a ti ¡te encantaría!
Amigo Don Viajón, por fin puedo nuevamente expresar mis agradecimientos por tan buenos reportajes, comentarios y enseñanzas que enriquecen nuestros conocimientos. Esa parte de la gastronomía me encantó y también todo cuanto nos refresca la memoria con estos parajes y conocimientos inigualables. Sigo siendo su fan número 1.
Hola Vilma, muchas gracias por tu comentario y por ser nuestra fans número uno. Saludos desde el norte de la Selva Negra
Precioso reportaje y me entusiasma la foto de las glicinias!!! Enhorabuena. Un cordial saludo.
Hola Barbara, gracias por tu comentario. Nos encantan las flores y aprovechamos fotografiar su hermosura.
Saludos,