Visión general

Para Don Viajón la estación climática que transcurre entre el fascinante colorido del otoño y la primavera, un festival de colores y olores era hasta hace unos años la estación climática del año más aburrida, amorfa, abúlica y cansina. Muy poco le gustaba y a veces hasta le dada la malparidez cósmica existencial de tener que vivirla lejos de su familia.

Si, estoy hablando del invierno, de este que todos sabemos que en el hemisferio norte inicia el 21 de diciembre con el solsticio de invierno, donde la noche es la más larga del año y que termina en la tarde del 20 de marzo con la llegada de la prima… de la primavera, y que en el hemisferio austral es del 21 de junio al 21 de septiembre.

Si, el invierno ese que dura cerca de cuatro días más en el hemisferio austral que en el boreal y cuyo nombre proviene del latín hiems/hiemis y como estación invernal o de invierno de la palabra latina hibernus/hibernum, que se caracteriza por tener los días más cortos y las noches más largas, donde las temperaturas descienden bajo cero haciendo un frío que te cagas y que por lo regular hay mucha lluvia teniendo que llevar miles de capas de vestuario encima como si fuéramos una cebolla gigante para salir a la calle y evitar así, sin mucha garantía, las afecciones respiratorias o la gripe que suele dar tan fácilmente durante este tiempo.

Aquí en el hemisferio norte o boreal debido a las bajas temperaturas suele haber nevadas, hielo y escarchas por doquier generando un hermoso paisaje que Don Viajón ha aprendido a valorar y a disfrutar en gran medida haciendo lo que más le apasiona, viajar.

Inclusive leyendo un tema que me encanta como es la mitología, el conjunto de mitos o leyendas de una cultura, y que lo hago antes de ir a un lugar que planeo visitar, he encontrado el significado del invierno en la mitología griega que según se dice “El dios del inframundo, Hades, rapta a la bella Perséfone para hacerla su esposa. Zeus, el padre de los dioses y de los hombres, le ordena a Hades que la devuelva y se la entregue a Deméter, su madre y diosa de la tierra. Sin embargo, Hades engaña a Perséfone y le hace comer semillas de granada, comida del inframundo que la obliga a quedarse allí para siempre y la hace su esposa. Deméter, sin su hija Perséfone no tiene felicidad por lo tanto no cuida a la tierra. Zeus, viendo que la tierra quedaba desolada, las plantas se secaban y morían, llega a un acuerdo para que Perséfone pase seis meses con Deméter y seis meses con Hades. Durante el tiempo en que su hija está con Hades, Deméter se entristece y provoca el otoño y el invierno”. ¿Cómo lo ves? Tremendo mito invernal la historia del invierno.

Pues sí, que te lo dijo yo, que Don Viajón los últimos inviernos los ha gozado y ha realizado muchas de las actividades que nos cuentan los blogueros en sus consejos de que hacer durante la gélida temporada invernal. Hay muchas actividades divertidas y encantadoras para hacer dentro y fuera de nuestras casas con las cuales podemos atesorar bonitos recuerdos.

Don Viajón al inicio del invierno disfrutó organizando y decorando el apartamento para la celebración del tiempo cristiano del Adviento y la Navidad. Aprovechando la oportunidad para donar y deshacerse de todas aquellas cosas que dejamos de usar y las vamos acumulando por montones en la bodega o en los armarios.

Muchas veces por las gélidas temperaturas, el invierno pasado estuvimos a menos veinte grados bajo cero y este invierno a menos quince grados, no daban ganas de salir ni a recoger el correo. Así que Don Viajón se puso a experimentar la culinaria invernal con algunas recetas de la abuela y de la mamá y otras tantas como si fuera un brujo echando ingredientes en un caldero para crear una mágica colación.

Lo cierto es que nos divertimos en compañía de familiares y amigos haciendo galletas de almendra y de chocolate, las infaltables castañas y el boniato al horno, la crema de calabaza, el fondue de queso con pan de semilla y chocolate caliente al estilo de la mamma, pero sobre todo lo más delicioso que me queda son las tortas, especialmente las de manzanas, de zanahorias y de chocolate. No queda nada y toca comprometerse para la siguiente.

Otras veces durante estos fríos días de invierno sobre todo en la noche o los fines de semana Don Viajón a invitado o ha sido invitado a comer en casa junto con buenos amigos para pasar un rato alegre y divertido. Hemos degustado recetas internacionales de diferentes partes del mundo mundial: españolas, mexicanas, colombianas, alemanas, italianas, tailandesas, croatas y griegas, ha sido un festival invernal de olores y sabores que nos han hecho subir unos cuantos gramitos, seguro unos cuantos.

Además, se ha aprovechado la ocasión para divertirnos con los juegos de mesa como el Parqués, el Monopolio o el Sabias que… y otras veces nos ha dado por la maratón de series o pelis con Netflix acompañados con las típicas crispetas acaramelas para tener energías y no dormirse.

Lo mejor de estos últimos inviernos ha sido la visita de buenos amigos con los cuales Don Viajón ha realizado viajes por interesantes lugares como la catarata más grande Europa “Rheinfall” en Neuhausen y a Basilea, la ciudad hecha museo en Suiza como también al Lago Constanza, un maravilloso paraíso al pie de los Alpes y a la Selva Negra, el fascinante misterio alemán.

También al inicio del inicio del invierno visitamos los mágicos mercados de Navidad en Baden-Württemberg y vivimos al máximo el encanto de la Navidad y el fin de año en Alsacia patinando sobre el hielo, visitando castillos, museos y monasterios, y bebiendo el mejor vino caliente de la región.

Además, como bajaron tanto las temperaturas y cayo muy buena nieve Don Viajón aprovecho el momento para jugar y sentirse nuevamente como un niño haciendo el muñeco de nieve, tirándose pelotas de nieve con los amigos, dando vueltas sobre la nieve, formando la figura del angelito de nieve, tirando rocas sobre las aguas congeladas del río, sintiendo en su rostro la suavidad de la nieve y dejando las huellas sobre la blanca y cristalina nieve como un grato recuerdo de lo vivido durante el invierno.

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Don Viajón también disfruto de los días soleados, aunque fríos, para hacer senderismo por Kaltenbronn, el mágico pantano alemán, camino por los bosques alrededor de su casa y por la orilla del río, observando lo bien que se la pasaban los cisnes y los patos dentro del agua. Estos días soleados de invierno son especiales para hacer fotos captando la hermosura del paisaje nevado.

Para Don Viajón fue tremenda gozada descubrir que en invierno también podemos pasárnosla bomba a pesar del gélido frío, el hielo y las lluvias. Lo importante es saber abrigarnos bien y tener un espíritu de niño aventurero para disfrutar a tope con todo lo que nos ofrece el invierno. ¡Que guay! El invierno se va… y ¡qué bien me la pase!